El depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, denunció este miércoles en México que el golpe que lo derrocó en junio fue financiado por un grupo apoyado por "los halcones de Washington", pero deslindó al presidente Barack Obama, a quien volvió a pedirle acciones más duras contra el régimen de facto.
"Hay un grupo financista en el golpe y apoyado por los halcones de Washington, no por el gobierno de Obama, sino por grupos de altísimos conservadores en Washington", afirmó Zelaya sin identificar a ese sector, tras recibir las llaves de la Ciudad de México que le entregó el alcalde izquierdista, Marcelo Ebrard.
Los integrantes de este grupo conservador en Estados Unidos "hablan de democracia en el interior de Washington y para fuera promueven dictaduras o actividades casi terroristas, porque un golpe es una actividad terrorista", indicó.
Por segunda vez en menos de 24 horas, el mandatario depuesto el 28 de junio pasado reclamó este miércoles al gobierno de Estados Unidos que adopte medidas más enérgicas contra el régimen de facto de Roberto Micheletti en Honduras.
"Estados Unidos ha tomado medidas, pero todavía faltan suficientes acciones para revertir el golpe en Honduras", dijo Zelaya, cuatro días antes de que Obama participe en México en una cumbre norteamericana junto a su colega anfitrión, Felipe Calderón, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper.
Estados Unidos reconoce como único gobierno de Honduras al de Zelaya y como medida de presión el departamento de Estado canceló la semana pasada las visas de varios integrantes del gobierno de facto.
Según la ministra de Asuntos Exteriores del gobierno depuesto, Patricia Rodas, Calderón se comprometió el martes ante Zelaya a pedir a Estados Unidos que suspenda toda la ayuda que envía al régimen golpista del país centroamericano.
"Contamos con el apoyo del presidente Calderón para que, frente al presidente Obama, plantee al gobierno norteamericano la necesidad de cortar la ayuda militar, financiera o cualquier tipo de oxígeno que pueda estar dando respiro al régimen golpista", dijo Rodas en declaraciones a la AFP.
México, que le brindó un fuerte apoyo al mandatario depuesto, puede ser un canal de doble vía para la ofensiva de Zelaya, ya que Calderón se reunirá el fin de semana con Obama y a la vez ejerce la presidencia pro témpore del Grupo Río, integrado por 23 países latinoamericanos.
Tras su estancia de dos días en México, donde fue recibido con honores protocolares de Estado, Zelaya retornará a Nicaragua para luego trasladarse a Brasil, donde se reunirá con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Con el reclamo a Estados Unidos y las visitas a México y Brasil, dos países de gran peso en América Latina, Zelaya busca reforzar su ofensiva a nivel internacional contra el régimen de facto, cuando la mediación encabezada por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, entra en una etapa definitoria.En sus últimas actividades en México, Zelaya asistirá a una encuentro con la comisión permanente del Senado y a una reunión con un grupo de apoyo a su mandato
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