Por Hernan de Arriba
“Caracas fue alguna vez llamada ‘la sucursal del cielo’ y se recuesta en el mar a unos 800 metros de altura”, empezó Hugo Chávez con su relato a la presidenta Cristina Fernández. La respuesta no se hizo esperar: “gracias a Dios”, contestó entre sonrisas la mandataria argentina, que el día anterior había sufrido en Quito los rigores de la altura.
Lleno de guiños, el diálogo de recepción que mantuvieron ante la prensa los presidentes de la Argentina y Venezuela sirvió para confirmar el buen momento por el que atraviesan las relaciones bilaterales, que más tarde se corporizó en una serie de acuerdos comerciales que incluyó la compra por parte de Caracas de autos, leche en polvo, pasando por productos farmacéuticos, arroz, pollos, agroindustria, textiles, calzado, maquinaria agrícola, agroquímicos y alimentos para mascotas.
En el duelo de titanes, que continuó en la tarde tras la firma de 22 acuerdos comerciales por u$s1.100 millones, Cristina Fernández se impuso en su saludo inicial y habló más largo que el anfitrión, quien había destacado la condición de “patriota de la nación grande” de la presidenta argentina.“Cristina lleva en la sangre la pasión y la estirpe de Juana Azurduy y José de San Martín, el temple de nuestra amada Evita y de Juan Domingo Perón”, enumeró Chávez antes de darle la bienvenida a tierra venezolana.
La Presidenta recogió el guante y recordó que Juana Azurduy fue nombrada capitana por Simón Bolívar y ascendida a coronela por ella misma, y luego reclamó seguir construyendo un continente basado en la “libertad, la independencia y la justicia”.“Este encuentro tiene por objeto profundizar la integración imprescindible para alcanzar esos objetivos”, señaló, y advirtió que en la región “con matices, estamos trabajando juntos pese a que hay sectores con fuertes privilegios que creen que se puede frenar este avance”.
Los presidentes compartieron primero un encuentro privado, luego ampliado a sus colaboradores, almorzaron juntos en el Palacio Miraflores de la presidencia y luego firmaron los convenios que materializaron los acuerdos que empresarios y funcionarios de ambos países habían cerrado el lunes en Caracas.Buena parte de esos acuerdos es consecuencia de la tensión en la relación entre Venezuela y Colombia, principal socio comercial de la revolución bolivariana. Se incluyeron los sectores avícola, lechero, exportador de maíz, frigoríficos, agroindustria, textil, marroquinería, curtiembre, aceitero, de insumos agroquímicos, automotor, autopartista, de maquinaria agrícola, alimentos para mascotas, vehículos utilitarios y energético.
SECTORES
El automotor es un claro ejemplo de la ventaja que le sacó la Argentina a Colombia en el mercado venezolano. El ministro de Comercio de Venezuela, Eduardo Samán, reveló que ese país prevé importar unos 10.000 vehículos desde la Argentina de aquí a fin de año, con lo que sustituirá las compras que iba a realizar a Colombia. “Nosotros vamos a comprarle a la industria automotriz de Argentina que es de muy buena calidad.
Esos 10.000 carros que nosotros le íbamos a comprar a Colombia que se los compre (el presidente de los EE.UU.) Barack Obama”, expresó Samán.
No obstante, según Fernández, “se ha reabierto el cupo” venezolano de importación de autos. “No le estamos quitando nada a nadie ya que en 2007 tuvimos un cupo de 19.000 unidades y lo que estamos es renovando ese cupo”, aclaró la mandataria.
Un ejemplo claro del impacto que pueden tener en el mercado local estos acuerdos es el de la automotriz Ford, que sintió el freno de sus exportaciones a Venezuela, equivalentes a un mes de producción de su planta de Pacheco.
La misión comercial argentina comprometió a más de cien empresarios y contó con la presencia de la ministra de Producción, Débora Giorgi, y su par de Agricultura y Tierra, Elías Jaua. Los funcionarios venezolanos destacaron que la Argentina está capacitada para sustituir “todo lo que produce Colombia”.
En un mes aproximadamente comenzarán a llegar las importaciones en áreas como: industrias ligeras, textil, confección, cuero, insumos para medicamentos, cosméticos, papelería y rubros alimentarios. De cara a los acuerdos por alimentos, de los que Venezuela es prácticamente un importador neto, la mandataria celebró la firma del “acuerdo de exportación arrocera más importante de la historia”.
Este convenio beneficia a las productoras Corrientes, Chaco, Formosa, Santa Fe y Entre Ríos. La Federación de Productores Arroceros exportará sin intermediación y los mismos productores fueron quienes eligieron a dos empresas que canalizarán la producción: Arroz Victorina y Copara.
A esto se suman acuerdos por 80.000 toneladas de carne, pollos, lácteos y huevos, además de nuevos envíos de maíz amarillo y soja, a los que se suma maquinaria, como equipos de riego. “Colaborar con Venezuela es un objetivo que tiene que ser logrado por la región para su soberanía y seguridad alimentaria”, afirmó la Presidenta.
Ambos mandatarios coincidieron en la importancia de la energía y los alimentos en el mundo actual y abogaron por la integración. “Ustedes -dijo Fernández de Kirchner a los venezolanos- tienen la suerte de tener soberanía energética al ser depositarios de la mayores reservas de petróleo; nosotros tenemos la suerte de tener las praderas y un clima que nos potencia en lo agro-industrial”.“Agradecemos esta rápida respuesta de Argentina a Venezuela, en especial en el área de alimentos y agroindustria, sectores en los que el país petrolero busca desarrollarse tras décadas de abandono”, dijo el presidente bolivariano que, por su parte, ofreció a Cristina “el petróleo y el gas que necesite para seguir con su ritmo de desarrollo”, aunque aclaró que “la Argentina es soberana energéticamente”.
En otro pasaje, la mandataria destacó el aporte en “la industrialización de Venezuela”, de la mano de las exportaciones dirigidas a las “200 fábricas socialistas” de Chávez.
La Argentina ya firmó un acuerdo para equipar treinta de estas plantas, con la coordinación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, a través de cincuenta pyme, por 130 millones de dólares. “Los empresarios están dispuestos a invertir y producir y los Estados apoyan estas iniciativas por lo que significa para la integración”, destacó Cristina.Con los u$s1.100 millones comprometidos ayer entre empresarios y Estados, las exportaciones argentinas a Venezuela se acercan a duplicar en un año la marca de 2008, cuando se vendió por 1.400 millones de dólares.
En tanto, los convenios representan entre el 15 y el 20% de lo que Caracas le compró a Bogotá durante el año pasado.Fernández y Chávez volverán a reunirse en noviembre próximo en Buenos Aires y una comisión formada por las cancillerías de ambos países lo harán dos semanas antes del encuentro de los presidentes. Pero los mandatarios se reencontrarían antes, en la reunión extraordinaria de la Unasur que tiene a Bariloche como sede propuesta para tratar de forma regional la instalación de las bases militares de los EE.UU. en Colombia.
EMPRESARIOS VUELVEN CON NEGOCIOS CERRADOS
Los empresarios argentinos celebraron los acuerdos alcanzados ayer; destacaron que las industrias de ambos países son complementarias y coincidieron en que las amenazas comerciales provienen de otros países. Alberto Sellaro, en representación del calzado, destacó que el objetivo del sector “es encontrar mercado en Venezuela, generando así nuevos negocios sectoriales y continuar avanzando en el proceso de industrialización del país generado por el Gobierno nacional”.
Por su parte, Raúl Zylbersztein se mostró “convencido que esta iniciativa servirá para incrementar los negocios y desarrollar nuestras pymes en Venezuela. Es fundamental esta invitación ya que nuestra competencia externa nos obliga a exportar bienes finales con alto valor agregado y trabajo argentino para poder continuar con el desarrollo de nuestras industrias”, agregó.
Marco Meloni, de la Fundación Pro Tejer, afirmó que “nos sorprendió encontrar una mesa textil tan amplia. La demanda es tan amplia -desde el hilo hasta la confección- que al manejar desde la fundación toda la cadena de valor de la agroindustria textil pudimos satisfacer las distintas inquietudes”.
El sector textil vuelve a Buenos Aires con tres propuestas concretas de negocios: “Una tejeduría que está cerrada hace cinco años, otra empresa que pidió una programación de un solo hilado, con el cual estarían transfiriendo compras que en estos momentos están haciendo en Colombia y China. Y una transformadora de hilados que abastece al mercado local estaría sustituyendo también importaciones”.
Pedro Bergaglio, presidente de la Cámara del Suéter, adelantó que “además de trabajar en la parte comercial se está colaborando con un proyecto nacional para la transferencia de conocimientos en el área del tejido plano y en la confección del mismo, proyecto ambicioso de interés nacional”.También ADEFA destacó que el acuerdo permite retomar un mercado para las automotrices en un marco económico complejo.
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