8 jun 2009

¿Apoyar críticamente? Una opinión

Un conocido me dice, últimamente, que la mayor parte de las veces antes de subir a su discreto Uno del ´99: "¿no te parece que, algunas veces, es más transformador apoyar críticamente a un gobierno, mucho más progresivo que militar de contrera?".

No le respondí, o quizás sí, con un portazo y un: "Nos-vemos-Gabriel".

A nadie le gusta De Vido, pero que todos critiquen , tanto a Guillermo Moreno me hace pensar que en Comercio Interior realmente se trabaja. Como en Derechos Humanos o en el Ministerio de Trabajo. Como en ANSES.
Sin embargo, la Ley de Radiodifusión es todavía fundamentalmente un proyecto y, en la realidad, Kirchner y su círculo de confianza siguen basando su campaña en el dinero que entregan a raudales a los grandes medios de comunicación, supuestamente, amenazados en su monopolio ideológico-comunicacional por dicha iniciativa.

Aerolíneas Argentinas fue, por fin, estatizada, y puesta de nuevo en funcionamiento acercándose poco a poco al estándar de calidad de las grandes aerolíneas de Sudamérica. Sin embargo, Cristina Fernández fue bien clara cuando hizo el anuncio: nuestra línea de bandera será limpiada, lijada, barnizada, pintada, y luego, como si fuéramos en vez de un Estado, una suerte de carpintero, vendida al mejor postor (privado esta vez, más vale). Y luego le daremos pauta a TN, que dice que el 29 si gana Kirchner se viene el chavismo.

La estatización de los fondos de los jubilados fue una consecuencia lógica del mal manejo del dinero que llevaron a cabo unos cuantos ejecutivos (probablemente conchabados con funcionarios del Gobierno) en el déficit y la posterior percepción injustificable de cuantiosos subsidios estatales. Además, representa una posibilidad para frenar la recesión y sostener la confianza con inversiones estatales estratégicas en sectores clave de la economía. Aún no se habla de asegurar la alimentación y los medicamentos para todos y todas los/as argentinos/as, pero ya es hora de que se comience a discutir la posiblidad de que el Estado controle la inflación en los bienes indispensables a partir de una participación concreta en la producción y la comercialización de lo esencial. La Renta Básica sería una forma menos "chavista" de llevarlo a cabo, para que no enojen Grondona, los muchachos de A Dos Voces ni Chiche Gelblung.

El Gobierno Nacional, generalmente, fue bastante progresivo e inteligente en su discurso sobre la "Inseguridad". Recientemente, a partir de las elecciones en la complicada y derechista Buenos Aires, fue corriéndose al blumberguismo y su discurso sobre la "Delincuencia", con la posible baja de la edad de la imputabilidad como caballito de batalla. Son varios los diputados, senadores, y miembros del gabinete que no caen, al menos en su círculo de confianza, en el ridículo y resentido discurso de la "Inseguridad". Ellos saben que la solución no es más policías o leyes más duras, que los jóvenes deben recibir oportunidades y posibilidades más sanas, y no más años de cárcel, que un asesinato en Morón no debería hacer sentir miedo a un pueblerino del Calafate. Y sin embargo ahí están Todo Noticias y Crónica TV, promocionando el miedo, las técnicas de choreo y la desconfianza en todos y todo, en pueblos y ciudades enteras (incluso en el campo, en época de paz en las trincheras piqueteras/paquetas).

Soy opositor de la oposición, y apoyo críticamente al gobierno nacional. Creo que en estas elecciones hay que tener el coraje de comprometerse en un proyecto, y que el único proyecto con posibilidades y montones de puntos donde confluir críticamente, es el del actual oficialismo. No pondría las manos en el fuego por ningún gobierno, salvo el de una sociedad moderna, inteligente, con cierto aprecio por la verdad y por los derechos de los demás. Pero el mundo de las ideas tiene el defecto de que no se corresponde nunca con el mundo real y, en este mundo real, es donde nos toca vivir. Y no nos olvidamos de que la Argentina la hicimos los argentinos (y que a muchos no los dejaron hacer).

Para terminar con este breve texto, quiero clamar por que jamás nos olvidemos de que votar no es nuestra única responsabilidad como ciudadanos. Estar en los lugares de decisión es algo que cada vez más deberíamos conseguir, en número tal que realmente hagamos reales representatividad y democracia. Oponerse a la oposición no es nuestro destino: es tan solo el comienzo coyuntural de una participación más activa y progresiva en nuestra sociedad y sus complejas transformaciones y devenires, de los cuales somos juicio y parte.

Daniel Hugo Vaca Narvaja

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