1 mar 2009

TRAGADOS





Por Cristian Maldonado*

Foto: Charly Soto


El aparatoso ruido que hacen las monedas al caer se escucha en toda la sala. Buena parte de quienes están presentes parecen advertirlo y aceleran sus movimientos. Pulsan los botones con prisa, repiten de inmediato la jugada, prueban nuevas combinaciones. Algunos aprovechan para cargar créditos metiendo monedas o billetes. Nadie saca la mirada de las máquinas. Nadie habla. Un hombre se lamenta frunciendo el rostro porque en la pantalla no le aparecen más morrones. Otro agita las monedas que le quedan en un gran vaso de plástico y decide ponerlas todas de una vez. Las máquinas van modelando los gestos de la sala a medida que muestran resultados. De fondo suena sin tregua una musiquita igual a la que se emite cada vez que alguien gana. Los empleados vigilan atentos que todo marche sin sobresaltos. La tenue luz artificial y el aire acondicionado hacen olvidar el aplastante calor de afuera. Son las cinco de la tarde. Casi no hay tragamonedas libres en los dos pisos del recinto y sigue entrando gente. Por lo que puede verse, la flamante sala de “slots” inaugurada el pasado ocho de enero en pleno centro de Carlos Paz marcha a todo vapor.

Sólo unas semanas después de la inauguración de esa sala, el gobernador Juan Schiaretti anunció que en Córdoba se instalarán 2.400 nuevas tragamonedas, lo que significa aumentar en un 80 por ciento el actual número de 3.000 máquinas permitidas hasta ahora en la provincia. Schiaretti explicó que pidió a la Unicameral la aprobación de esta ley porque así se lo habían demandado intendentes de 15 localidades. Por estos días hay tragamonedas en Río Ceballos, Río Cuarto, Villa María, San Francisco, Morteros, General Roca, Cruz Alta, Laboulaye, Corral de Bustos, Miramar, Embalse, La Falda, Alta Gracia, Carlos Paz, Mina Clavero, Deán Funes y Cosquín. La concesión exclusiva de todas estas máquinas es de La Compañía de Entretenimiento y Turismo (CET), conformada por el Grupo Roggio y por el Grupo Mat, del empresario Miguel Ángel Caruso, que opera en Córdoba desde diciembre de 2002 y tiene el monopolio de la explotación del juego por 20 años, extensible a 25. Si se repara en que a fines de 2002 contaba con cerca de 1.000 máquinas habilitadas, puede notarse a partir de esta nueva modificación que CET consigue quintuplicar la cantidad de tragamonedas habilitadas para operar en la provincia en menos de seis años.

“Es increíble ver con qué facilidad sacan este tipo de leyes, parecen más gestores de negocios de terceros que gobernantes. Y los argumentos que dan son preocupantes. Todavía recuerdo azorado cuando en una reunión De La Sota nos dijo que en una provincia como la nuestra, donde no hay cataratas, nieve, glaciares, ni otros atractivos para el primer mundo, solo el juego podía ser un incentivo para invertir y atraer turistas”, le señaló a este medio el abogado constitucionalista Miguel Rodríguez Villafañe y agregó: “Hay pueblos en donde esto deja familias desintegradas. Y particularmente las tragamonedas, que además tienen un aspecto semántico, porque se empeñan en llamarlas slots, que es una cosa que pareciera naif o light, pero que en realidad esconde el propio significado, que es que te tragan las monedas (NdeR: Slots, palabra inglesa cuyo significado es “ranura”). También tiene que quedar claro que en las tragamonedas sólo hay azar para el jugador, no para el casino. El gobierno le da a las máquinas una ganancia garantizada, sumado al riesgo de que ese porcentaje garantizado debe controlarse a través de un sistema computarizado, lo que hace todo aún más difícil de vigilar”.

Los números del negocio impresionan. Al menos los que se conocen. Durante 2008, sólo las tragamonedas habrían dejado más de 307 millones de pesos en las arcas de CET y unos 82 millones en las del Estado. Hoy por hoy estos artefactos representan el 25 por ciento del negocio del juego en Córdoba, pero desde 2002 hasta ahora vienen creciendo a un ritmo vertiginoso: la cifra recaudada este año es un 45 por ciento superior a la recaudada durante 2007. Esto con 3.000 máquinas. Ahora habrá que sumar de aquí en adelante lo que recauden las 2.400 tragamonedas autorizadas en la Legislatura a medida que se vayan instalando. De la recaudación neta de las tragamonedas, CET le daba al Estado un canon del 27 por ciento, junto a un tres por ciento más que debe invertirse en hoteles. De ese 27 por ciento, el 24 iba a la Lotería de Córdoba y el tres a las localidades con máquinas. Desde agosto del año pasado, el juego fue grabado con un impuesto del tres al cinco por ciento sobre el premio, hecho que tendría a CET considerando plantear modificaciones impositivas.

Esa sofocante tarde siguieron ingresando personas a la nueva sala con tragamonedas de Carlos Paz. Algunos con aspecto de turista, otros no. Las fichas, que arrancan en 0,05 centavos, mezclan en la sala a clientes de distinta condición económica. La escena no varía demasiado. Los jugadores absortos frente a las máquinas poniendo monedas y apretando botones. “Yo no cambio de máquina, todas tienen monedas y en algún momento se las tengo que sacar”, nos dice un hombre algo nervioso sin dejar de mirar los carretes. “Los carretes paran donde los para la computadora, está todo programado”, nos hizo saber más tarde un técnico. La sala está preparada para albergar a más de 500 tragamonedas, aunque ahora tiene unas 300 y 12 juegos de paño. Funciona las 24 horas. “Estos lugares carecen de ventanas que permitan una expansión visual al exterior que ‘distraiga’ al usuario (consumidor/jugador) del objetivo central. Más aún si esas visuales dan a un lago rodeado por sierras, principal recurso paisajístico de la Villa. Además, si la ambientación global de los recorridos está bien lograda, generara en el usuario un ‘efecto de realidad particular’, fantástica. Se busca promover esa realidad fantástica en la que las ilusiones y los deseos parecen más alcanzables, con el fin de incitar conductas compulsivas de comprar o jugar. Es una arquitectura perversa que refuerza los rasgos de la normal alienación de la vida social mediada por la mercancía, el dinero y el capital”, le contó a este medio el arquitecto Miguel Haiquel, docente investigador de la U.N.C.

La noche que se inauguró Slots Casino Carlos Paz, el intendente Carlos Felpeto fue el encargado de lanzar la primera bola de la ruleta. Durante esos días Felpeto se convirtió en un firme defensor de la nueva sala, llegando incluso a vetar una ordenanza que restringía los horarios de apertura de la misma. Hasta tuvo que salir a desdecirse luego de haber declarado en un primer momento que no había pedido que instalasen más máquinas tragamonedas en Carlos Paz. Además, el intendente ofreció a Cadena 3 otras razones para justificar el incremento de tragamonedas en la villa serrana: “Tengo que ser realista, tenemos que abrir nuestra mente y nuestra sinceridad al público: produce adicciones, la gente gasta, es verdad, pero en la calle vemos que hay gente con planes Jefes y Jefas de Hogar con celulares y que pagan 70 pesos por mes. Entonces tendríamos que decir que para que la gente de menores recursos no gaste, no deberíamos permitirles tener un teléfono celular”, a lo que a continuación añadió que la nueva sala evitará que se produzca “otro Cromañón”.

La ordenanza aprobada por unanimidad y luego dejada sin efecto por el Consejo de Representantes de Carlos Paz, tenía entre otros propósitos limitar el horario de funcionamiento de Slots Casino, para que abriese sus puertas desde las 20 hasta las 6 horas de lunes a viernes, y desde la 12 hasta 6 los sábados, domingos y feriados. Uno de los impulsores de esta ordenanza fue el consejal Estaban Avilés, quien le explicó a Veintitrés sus motivos: “La sala inaugurada en el corazón de la villa no sólo va a resentir la economía local afectando a todo su espectro comercial céntrico sino que va a potenciar el daño social y económico de nuestra población. Inclusive tiene el agravante de que cuenta con las características de estar al paso y de fácil y libre acceso. Cuando la legislación provincial permitió la instalación de slots en el marco provincial, se aseguró mediante un perímetro de exclusión (fuera de un radio de 20 kilómetros desde la plaza San Martín) la no afectación a la ciudad de Córdoba Capital, porque los legisladores ya sabían claramente de lo nocivo de sus efectos”. En este sentido, Avilés aportó datos contundentes para avalar su posición: “Las máquinas slots tienen similares recaudaciones y concurrencias tanto en alta como en baja temporada. En enero de 2007 por ejemplo ingresaron al municipio 151.795 pesos y en febrero 146.717, y en los meses de agosto y octubre, 148.370 y 147.367 respectivamente. Estos son signos indicativos de que quienes concurren a las máquinas son en gran parte los ciudadanos de nuestro pueblo”.

En la ciudad de Villa María, donde las máquinas funcionan desde agosto de 2003, CET tuvo que ceder ante los reclamos populares y optó por cerrar las puertas de la sala céntrica, tras la aparición de numerosos casos de adictos al juego, bancarrotas, familias quebradas. En la ciudad de Río Cuarto, un trabajo de investigación realizado en 2008 por el Departamento de Protección Familiar de la Municipalidad concluyó que el 85 por ciento de los clientes de las máquinas tragamonedas en esa ciudad son trabajadores de bajos recursos económicos. Lilian Jaule, Jefa del Departamento de Protección Familiar, le contó a esta revista que durante la semana que se instalaron en la sala de CET pudieron ver a trabajadores perdiendo hasta 600 pesos en una sola tarde. Al mismo tiempo, reveló que la cantidad de hombres y mujeres era proporcional y que observaron un importante número de jóvenes que no superaban los 25 años.

“La ludopatía es un fracaso crónico y progresivo en la capacidad de resistir los impulsos de jugar, a pesar de las consecuencias negativas que el juego comporta para el jugador. Actualmente se la ha definido como una adicción psicológica, por las similitudes que presenta con adicciones a sustancias. Los ludópatas muestran una dependencia fundamental a las máquinas tragamonedas, ya sea en forma exclusiva, o combinadas con otros juegos. Y esto se debe a una serie de características relacionadas con el funcionamiento de estas máquinas: proximidad y/o disponibilidad; atractivo: luces, música, sonido de las monedas al caer; bajo importe de las apuestas; inmediatez de la respuesta: cuanto menor es el intervalo de tiempo que transcurre entre la apuesta y la obtención del resultado, mayor es el potencial adictivo”, explica un informe elaborado por Raúl Gómez y Leticia Luque, docentes investigadores de la Facultad de Psicología que integran el grupo de "Adicciones Psicológicas".

En relación al párrafo incluido en la ley que permitió el incremento de las máquinas tragamonedas, donde se menciona un programa para rehabilitar a los jugadores compulsivos, Gómez opinó: “En este sentido resulta imposible no hacer referencia a la figura que presenta a un Narcotraficante contribuyendo con partes de sus ganancias a los programas de asistencia a drogodependiente. Así como existe una relación entre la disponibilidad de drogas y los problemas de consumo drogas, existe relación entre la accesibilidad a juegos de azar y la ludopatía”.

En medio de este panorama y ante el abrumador avance de las máquinas tragamonedas, cabe formular algunos interrogantes: si esto sigue así, ¿de cuántas tragamonedas habilitadas dispondrá CET cuando expire la concesión de 20 años con opción a 25? ¿Por qué se le garantizan ganancias tan superlativas a una empresa privada? ¿Cuál es la ecuación que está haciendo el gobierno provincial? ¿Por qué en el centro de Córdoba no y sí en los centros de otras ciudades y pueblos? ¿Los intendentes deberán entusiasmarse de ahora en más cada vez que le pidan algo a Schiaretti? ¿Qué razones hay para exponer de este modo a la población a enfermedades como la ludopatía?

Mientras nos retiramos de la sala notamos que en ningún sitio hay carteles que avisen que jugar compulsivamente es perjudicial para la salud. En la sala todo sigue prácticamente igual, aunque con un poco más de gente. Los empleados miran y están atentos para orientar las veces que se los consulta. Sin embargo no es difícil advertir que estas tragamonedas requieren menos empleados que el resto de los juegos porque los clientes operan directamente sobre las máquinas con el dinero en la mano. Un hombre de unos 50 años camina hacia la puerta junto a nosotros. Dice que se le acabó la plata. Camina pensativo. Se lo ve con ganas de volver. Parece estar pergeñando algo para quedarse un rato más. Confiesa que perdió 80 pesos. Farfulla un cuestionamiento, admite que se apuró. Afuera el calor ya no es tan severo. “Estas maquinitas me tienen loco. Las primeras veces me fue bien y eso fue lo que me enganchó…”, dice antes de perderse tras un grupo de turistas.

*Publicado en Veintitrés

1 comentario:

Anónimo dijo...

soy una empleada de los slots de la ciudad de carlos paz, perteneciente a la empresa CET, puedo decir más con respecto a la nota, por cioerto bastante importante, quizás aportando datos no conocidos del manejo interno que no hace más que presionar a los empleados en todo su metodo, logrando la alienación de estos. El empresario Caruso, cara más visible ante los empleados, se presentó en una de estas "manifestaciones", fue muy claro en decir que no peligraban las fuentes de trabajo, sino que ésta era la forma de defender a la empresa, tal cual lo hizo el sindicato ALEARA, siguiendo el paso de la empresa, sin embargo era ciega ante las lista de encargados de sala, para saber quienes eran los que iban y quienes. Ellos decían, hay que tener un control, de quienes van.
Durante ese tiempo, pude ver como no solo tiene una imagen que es para la sociedad la ludopatía, pero desde los misma empresa hacia sus empleados pertimen todo tipo de maltrato físico, por ejemplo, al estar un compañero fisicamente molesto obligarlos ha realizar tareas que no lo pongan en riesgo de perder dinero, cuestión que manejamos todo el tiempo.
Esta empresa que tiene un sistema de enfermar a las personas que han trabajdo alli, tiene entre sus edades hasta 30 años si estas en puesto de asistente, y una asistente cuida su dinero, no solo de la mano de sus compañeros, sino tambien de sus encargados, de sus tesoreros, y de los clientes, cada centimo perdido por la empresa es puesto con el dinero de los empleados.
conductas pscologicas "raras", ya que trabajamos diariamente en turnos de 7 dias un franco o dos, depende de cuanta confianza tenes con el encargado de turno, y sobretodo si sos mujer, hasta decirte que odias las noches y ponerte 14 noches con un franco de un dia.
Es impresionarte enterarte por ejemplo que entre los acuerdos a las que mi empresa me quita de mi salario 60 pesos, ellos hayan acordado que tendriamos 30 horas de descanso, sin mediar por ejemplo en que ppuesto te encontrabas, si era en el manejo de la ruleta, la caja o en la sala, dandolos como conveniera a los encargados. NO solo eso, sino que para ellos esta bien que entre jornada y jornada haya 12 horas de descanso.
imagina tu cuerpo trabajando 7 noches seguidas un franco y 7 tardes y asi toda tu existencia.
Debo decir que sueño diariamente que estoy contando dinero, y que estoy en el trabajo, oyendo esa musica que vuelve sordos a los empleados y musica para los adictos.El estar todo tiempo de noche dentro de sus locaciones me resulta atemorizante, no sabés como los demás si es de día o si estás de noche.
Todas aquellas elucubraciones a cerca de las marchas fueron ciertas, muchas de nosotras teniamos que salir a las 7 de la mañana después de toda una jornada de trabajo a acompañar y apoyar obligadamente a la empresa, nadie queria perder el premio.
otras de las cosas que la gente no sabe y que sí lo saben por ejmpleo el sindicato ALEARA es que luego, del robo, no solo nos descontaron dinero del premio, sino que para las fiestas de fin de año, nos dieron un bolso, porque segun la empresa CET no tenia dinero para nadie.
Estamos hablando de una empresa que durante solo un robo de algunas maquinas, saquean solo 1 millón y medio?... por favor... Cada día que estoy allÏ algo se enferma en mi.