7 mar 2009

Malestar por pedido de regreso de tropas britanicas a Irlanda

Por Soledad Galiana
(Gara- España)


La decisión del más alto cargo policial norirlandés, Hugh Orde, de pedir la intervención de las fuerzas de élite militar británicas en la seguridad norirlandesa sin consultar o informar a los representantes políticos del Consejo Policial cuestiona el compromiso de las estructuras policiales con el proceso de paz irlandés y, por ello, hace más urgente la transferencia de los poderes judicial y policial al Ejecutivo de Belfast, que se espera tenga lugar para este verano.




El jefe de la Policía norirlandesa, Hugh Orde, ha negado que ocultara información ante los representantes políticos del norte de Irlanda después de que el jueves por la noche saltara la noticia en la cadena pública británica BBC de que había pedido a miembros de la élite militar británica y de los servicios de espionaje del MI5 que apoyen a la Policía norirlandesa en sus actuaciones contra los grupos disidentes republicanos aún en activo. El jefe policial aseguró que se trata de un «mecanismo de apoyo» y no de un «despliegue operacional».

Esta noticia llegó a la opinión pública el mismo día en el que Orde mantuvo un encuentro con el Consejo Policial -órgano de control de actividades policiales-, en el que el máximo responsable policial no transmitió la decisión tomada a los representantes políticos norirlandeses, aunque si advirtió de que el peligro creado por las organizaciones disidentes republicanas alcanzaba niveles preocupantes, lo que supone que un atentado es «altamente probable».

Orde argumentó que sólo «unos pocos especialistas» están involucrados en las actividades policiales norirlandesas, entre las que se encuentran la desactivación de explosivos y espionaje y afirmó que su decisión concuerda con lo recogido en el Acuerdo de St. Andrews.

El portavoz en temas policiales de Sinn Féin, miembro del Consejo Policial y representante republicano del Sur de Belfast en la Asamblea legislativa de Stormont, Alex Maskey, reaccionó con enfado, exigiendo a Orde que explique su decisión. «El jefe policial debe ser responsable y tiene que explicar por qué pasó un día entero con el Consejo Policial y no lo mencionó», dijo Maskey. «Hemos expresado nuestra preocupación a ambos gobiernos», subrayó Maskey.

En la misma línea se expresó el viceprimer ministro norirlandés, Martin McGuinness, que calificó la presencia de las fuerzas especiales del Ejército británico en el norte de Irlanda como «una amenaza mayor», al tiempo que consideró la decisión «estúpida y peligrosa», porque puede reabrir conflictos parcialmente superados con la salida de las tropas británicas de ese territorio en verano de 2007, tras casi cuarenta años de intervención, la más larga de su historia. McGuinnes afirmó que su confianza en el alto mando policial había quedado muy mermada.

El Consejo Policial mantendrá una reunión de emergencia la próxima semana, en la que Orde deberá detallar el nivel de participación de la élite militar británica en la seguridad norirlandesa, pero su decisión ha provocado disensiones en el seno de este órgano. Ante las protestas de los partidos nacionalistas, el unionista DUP asegura que se trata de una «cuestión de seguridad nacional británica» y que no debe ser discutida por el Consejo.

Sinn Féin consideró una «amenaza mayor» la presencia de las fuerzas especiales británicas en Irlanda y calificó de «estúpida y peligrosa» la decisión tomada por el jefe policial Orde.

Dimisión ante la alianza entre UUP y los conservadores
Jeffrey Peel, político conservador integrante del comité creado para incrementar la cooperación entre conservadores británicos y el Partido Unionista del Ulster (UUP), ha presentado su dimisión después de lanzar un virulento ataque contra los unionistas, a los que acusa de no tener interés en las políticas conservadoras y de usar a los tories para salir de su crisis financiera. Peel mantendrá su cargo de vicecoordinador de los conservadores en el norte de Irlanda.

Hace sólo unos días, UUP y los conservadores anunciaban su alianza de cara a las elecciones europeas, a las que concurrirán con la denominación Conservadores y Unionistas del Ulster-Una Nueva Fuerza (UCUNF). Ha sido precisamente la elección del nombre y los símbolos lo que ha enfurecido a Jeffrey Peel, quien afirma que los unionistas han renegado del acuerdo inicial.

Mark Cosgrove, concejal del UUP, quitó hierro a la situación asegurando que la intención de los unionistas es que la nueva fuerza política sea atractiva para el electorado norirlandés que apoya el mantenimiento de la unión del norte de Irlanda con Gran Bretaña. El líder del DUP, Peter Robinson, advirtió de que la unión entre los conservadores y el UUP está desintegrándose nada más formarse.

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