7 jul 2009

Gripe A(sustar)


¡Paraguaaaas, guanteeees, mediaaaas, barbijos! – grita el vendedor, siempre acomodado a los tiempos que corren. Hoy, la novedad se llama gripe A o porcina, y el miedo, como siempre, vende.


Barbijos. El símbolo de esta “nueva” enfermedad es sin duda los barbijos. Estas piezas de tela con las que cada vez más argentinos (sobre todo, para la TV) se cubren la boca y la nariz, no son recomendables para las personas sanas. Según casi todos los especialistas, sólo lo debería usar personal médico que esté en contacto diario con enfermos y aquellos que ya han contraído la enfermedad. Sin embargo, como probable síntoma de la influenza mediática de la que casi todos estamos infectados, basta con entrar al sitio web del diario Perfil sobre la temática para salir corriendo a comprar uno.


Salud pública. En nuestro país, el 48,1% de la población no tiene obra social ni prepaga que lo proteja, en la nación de los, según estimaciones, dos millones de enfermos de Mal de Chagas (que se cobra diez vidas a la semana, a pesar de ser curable); en la tierra del trigo y el maíz, y de las decenas de muertos al año por desnutrición, en ese país, pareciera que el único problema de salud fuera la gripe porcina. La salud, aunque se intente negarlo, no es sólo la ausencia de enfermedad. Estar sano implica un estado de bienestar psicofísico que se relaciona con factores tales como una alimentación adecuada, descanso, acceso a un trabajo no-insalubre, disponibilidad de vivienda, abrigo, o posibilidades de recibir educación.

Al respecto, la titular de la cátedra de Salud Pública de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Alicia Stolkiner, declaraba al diario porteño Página 12: “Con respecto a las prácticas, hay una que quisiera señalar, que en la década del ’90 se llamó “presentismo patológico”, y refiere a aquellas situaciones en que una persona asiste a trabajar cuando no debiera hacerlo porque produce un riesgo para su salud y la de otros. Este fenómeno se agudizó mucho debido a la precarización de las condiciones de empleo, la presión para evitar el ausentismo laboral y las formas de trabajo que generan ingresos solamente si el trabajador las ejecuta, como el caso de los autónomos. La precarización de las condiciones de empleo y de los derechos del trabajo son un factor de aumento del riesgo de epidemias.” Tomarse una pastillita de venta libre e ir igual a trabajar, es el mayor propagador de enfermedades fácilmente contagiosas como la gripe.

Prosigue Stolkiner: “El sistema inmunitario responde a las condiciones de vida, al descanso, al estrés. Debiéramos ser muy cuidadosos para tener nuestro aparato inmunitario protegido, para tratar de no enfermarnos y, en caso de enfermarnos, estar lo mejor preparados para ello. Me pregunto, por ejemplo, si no debieran suspenderse esas dietas estéticas hipocalóricas a las que se someten algunas jóvenes, dietas de 500 calorías diarias. Y a su vez es el momento, más que nunca, de garantizar que los sectores más vulnerables reciban el máximo de soporte nutricional y ambiental. No se trata sólo de proveer medicamentos, se trata también de garantizar alimentación y abrigo.”


La muerte. El miedo a la muerte es más viejo que la gripe. Llegó junto al ser humano, y continúa presente, aunque con mutaciones. Por beneficios supuestos y desconocidos, a los medios masivos de comunicación este pavor pareciera servirles de eje central en su estrategia comunicativa.

En el transcurso del Siglo XX hubo dos grandes pandemias de gripe “apenas” más graves que ésta de hoy que tanto preocupa. La Gripe Española (1918-19), en la que murieron más personas que en la I Guerra Mundial (entre 20 y 50 millones), y la Gripe Asiática (1957-58), un H2N2 que acabó con la vida de un millón de personas.

En un año promedio de los Estados Unidos, 50 millones de personas contraen la gripe "normal"; del total mueren un promedio de 36.000. Al respecto de la situación en nuestro país, la BBC publica: “Más allá de la preocupación por la gripe A, las autoridades piden calma y recuerdan que es mucho menos fatal que la gripe común, que en 2008 infectó a 1.200.000 personas y se cobró la vida de 3.600 sólo en Argentina.”

Sí resulta llamativo que nuestro país tenga la más alta mortalidad del mundo en materia de gripe A. Oscar González, ministro de Salud de la provincia de Córdoba, afirmó en una conferencia de prensa que, en Argentina, la tasa de mortalidad es de “15 por mil”, mientras que en Estados Unidos es de “4 por mil”, en Canadá “menos del 3 por mil”, en Europa no llega al “uno por mil” y en Chile -el país con más casos en Sudamérica: 5.000- es de “1,35 por mil”. Sobre el papel de los medios el ministro añadió: "parece que hemos vivido un verdadero bochorno en esta situación y aparece hasta un canal que tiene un contador de muertos online. Tenemos la sensación de que está jugando la selección argentina y que cada muerto es un gol en contra”.

Prácticas solidarias. ¿Qué promueven los medios de comunicación ante enfermedades como la gripe A?

Dice Stolkiner: “Muchos tienen un reflejo espontáneo a la construcción alarmista de la noticia más que a la información. Pocos promueven una práctica solidaria entre la gente, una práctica de cuidado mutuo como eje del cuidado propio. Se insiste en la salida individual como estrategia. El más claro ejemplo es la recomendación del uso de barbijos. No sirven para no contagiarse, sirven para no contagiar al otro si uno está enfermo. Una situación de epidemia como esta sólo se puede enfrentar cabalmente con una responsabilidad social y colectiva. He visto muchas recomendaciones de lo que uno debe hacer para no contagiarse de otros y muy pocas de lo que debe hacer para no exponer a otros. En las situaciones de emergencia se puede potenciar lo peor de una sociedad o se puede reforzar los lazos sociales. Deberíamos insistir más en lo que podemos hacer conjuntamente, aunque la prevención nos desaconseje tocarnos o besarnos.”

Prácticas solidarias que no parecen interesarles mucho a los grandes medios informativos… prácticas que sin embargo subsisten, con o sin gripe, y que, silenciosamente, son quizás las que sostienen a este país a pesar de todo.



Información para combatir la paranoia (y por qué no, cuidarnos)


Lo más importante: reforzar nuestro sistema inmunológico con una alimentación y descanso apropiados. También, si tenemos síntomas de gripe: ir al médico, aislarnos una semana para no propagar el virus, darnos un adecuado reposo y recordar que los medicamentos usuales contra la gripe son únicamente para aliviar los síntomas, pero en ningún caso curan la enfermedad.


Wikipedia en español sobre la Gripe A

Preguntas y respuestas sobre la gripe A de la OMS

Recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación



Fuentes:


(imágenes de barbijos y mas barbijos) – Diario Perfil, TN, Cronica TV, Clarín, La Nación, La Voz del Interior, noticieros de los cánales de aire.

Diccionario online de la Real Academia Española

Publicación de Indicadores Básicos y Estadísticas del Ministerio de Salud (www.deis.gov.ar)

Publicaciones y Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (www.who.org)

Diario Página 12

12 de mayo del 2009, sobre el Mal de Chagas.

05 de julio – sobre el impacto económico de la gripe A

- entrevista a Alicia Stolkiner

Conferencias de prensa del Dr. Oscar González, ministro de Salud de la Provincia de Córdoba, y del Dr. Manzur, ministro de Salud de la Nación.

Revista Kindsein


Por Daniel H. Vaca Narvaja

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