24 ago 2008

Pa´sobrevivir, no más...
















Por Emiliano Rajneri

Gregorio

Allí donde el asfalto se acaba, donde las veredas son de tierra y no hay faroles que iluminen en la noche, empieza el sector rural del alto valle de Rió Negro. El frío se hace mas fuerte y atraviesa los álamos que cansados del invierno se balancean casi desplomándose. Las callecitas y senderos son sinuosos y poco se ve de lo que sigue adelante, el ruido del agua corriendo por las acequias va mostrando el camino sin necesidad de mirar la ruta.
Así llegamos a una tranquera, tapada por unos puntales que sostienen las ramas de un manzano, y cobijado por unos arbustos sale un perro corriendo, informando con sus ladridos que alguien llega. “shh Nahuel” grita Gregorio desde el interior de una casita de barro, chapas y madera. “Pase mi amigo” me dice, con una tonada mezclada y algo familiar. Su tez es oscura, de rasgos mapuches y autóctonos, y enseguida me siento en absoluta confianza, como si ya lo conociera desde hace mucho. Entre el ruido de las gallinas y los chanchos, me invita a que me siente en una banqueta casera de madera, y me convida un mate, mientras echa mas leña a un tacho de combustible cortado que usa como estufa.
- “Mire como tenemos que vivir mi amigo” me dice angustiado, “estoy seguro de que los chanchos de los grandes patrones viven mejor que yo, tendrán estufa a gas?”
Me siento al lado del fuego, el calor es demasiado y me quemo. Me muevo unos metros a la derecha y Gregorio me ofrece tortas fritas en una tablita. “Perfectas están” le digo, se ríe y me mira conforme, “las hizo mi nena mas chica” responde.

GP: ¿Gregorio que trabajos realizas en el campo?
G: Hago todos los trabajos pero menos manejar tractor. Cosecho, podo, limpio acequias, todos esos trabajos.

GP: ¿Y cuanto cobras por esos trabajos?
G: Y, las cosechas de este año, me compre solamente un par de zapatos en todo el año. Un par de zapatos!. Lo demás fue para comer, cuando a nosotros nos aumentaron a $75, después de ese aumento vinieron dos alzas importantes de las cosas comestibles, casi seguidas. Entonces cuando nosotros veníamos a cobrar, no nos alcanzaba para nada eso. Hoy día estamos peor que nunca. Ni en la dictadura pasamos esto que estamos pasando. Los militares estuvieron mal, pero nosotros ganábamos bien. Nos reconocían a nosotros en el trabajo. Habrán hecho mal ellos pero acá por lo menos estábamos mucho mejor.

GP: ¿Cobras en blanco?
G: Yo estoy en blanco. En blanco y con recibo, hago aportes jubilatorios y todo ese tipo de cosas. Lo que pasa es que la canasta familiar se ha ido muy arriba, entonces al obrero no le alcanza para poder vivir dignamente.

GP: ¿Cuantas horas trabajas?
G: 8 horas. Yo soy un peón que le conozco todos los trabajos de chacra. Voy a cumplir 50 años trabajando en las chacras, pero estos son los años peores que estamos pasando.

GP: ¿Como crees que les afecta a ustedes, obreros rurales, el conflicto entre el gobierno y el campo?
G: Que se yo. La verdad que no se como viene la mano. A nosotros en una palabra no nos favorece. Nosotros tenemos que pelear acá como pelean los trabajadores de la educación, los médicos, pero acá los sindicatos que hay no se mueven para nada. Es un sindicato que esta muerto, no hablan, no hacen ni una cosa, no visitan a la gente, a los obreros.

GP: Entonces ¿ustedes no se sienten representados por ellos?
G: Claro, yo ni voy a ver a los sindicalistas porque se que no hacen nada. No nos ayudan. Es decir que les estamos pagando al pedo.

GP: ¿Te parece que las diferencias entre los obreros y los patrones han aumentado o disminuido?
G: Por sobre mi esta el encargado o el tractorista, que ganan bien. Yo no les pregunto a ellos cuanto están ganando, yo lo único que hago es trabajar. Como decía el Gral. Perón, “del trabajo a la casa y de la casa al trabajo”(se ríe). Hablo poco con los patrones yo, muy poco, casi nada.

GP: O sea que en definitiva, las condiciones en las que trabajas ¿son buenas o malas?
G: Todos estamos igual acá en el valle. Todos estamos igual, como está el dicho “para sobrevivir, nada mas”. No vamos a decir que con esta plata que estoy ganando me voy a comprar algo, cosas de valor, adquirir una vivienda, eso ni pensarlo.

GP: Entonces no estas feliz con tu trabajo
G: No, para nada.

Luís

Las calles de piedra son una constante, y las ruedas de mi gastada Ford F-100 del 76 parecen sentirlo más que yo. Así me voy abriendo paso por entre los barrios de General Roca, al norte de la provincia de Río Negro, buscando la casa de Luís. El es uno de los tantos obreros rurales que viven del campo. Al llegar, la casa tiene una reja y alambrados, enredados entre plantas y arbustos. Luís mira por la ventana, esta con su mujer y sus dos hijas, y me hace señas para que entre. Es una persona muy sencilla y muy atenta, y cuando habla es imposible no percibir que sus ideas son muy serias, y que tiene conocimientos en temas sociales. Me invita a sentarme y prepara mate, como es típico en una visita. Su mujer se va con las nenas a jugar a una placita que esta en la esquina, y Luís me pregunta sobre que le quiero hablar.

GP: Luís ¿que trabajos haces en el campo?
L: En general, todos los trabajos de chacra, la poda, la cosecha, el raleo. Casualmente hoy estuve manejando un tractor, juntando las ramas y cosas así. Todo en la misma categoría.

GP: ¿Cuanto te pagan por esos trabajos?
L: El trabajo de peón general es de 47 pesos por día. Tractorista un poco mas, 55.

GP: ¿Estas en blanco?
L: Si si, el trabajo de chacra en el valle, actualmente casi la mayoría esta en blanco.
El tema de cosecha, cuando viene gente del norte, los tienen en negro.

GP: ¿En que condiciones te contratan, tenés trabajo fijo, por temporada?
L: Mira, el trabajo que hago yo es, en el establecimiento que estoy yo, no es de todo el año. Es por temporada, temporada de cosecha, después paras un mes o 20 días y seguís con poda. Después paras 20 días más y arranca otro trabajo que hay que hacer, juntar ramas… Pero no es todo el año continuo. No tengo trabajo asegurado todo el año.

GP: ¿Cuantas horas trabajas?
L: Ocho. En cosecha se hacen 9 o 10 horas, poda en invierno si laburas 8 horas tenés que salir a oscuras, laburas 7, o 6 y media.

GP: ¿Como crees que le s afecta a ustedes, obreros rurales, el conflicto entre el gobierno y el campo?
En el valle es totalmente distinto a lo que viven la provincia de Buenos Aires y las provincias del norte que producen cereales. Acá no hay soja, entre como lo ve el patrón y el peón, uno lo ve distinto, porque para cosechar manzanas la producción le deja mucho dinero al patrón para lo que le paga al peón, que es poco.

GP: Acá en el sur ¿como se voto por las retenciones? Porque se les daría mas prioridad a las producciones que hay acá…
L: En el valle no es igual, acá es un 10 por ciento, a los productores les conviene. Igual, si nos preguntas a nosotros, creo que esta bien que a las grandes empresas del valle se le pongan retenciones, porque acá tenemos empresas que son de afuera que ni conocemos a los patrones. Después tenés al pequeño productor que si bien todos los años le peleas el sueldo, le peleas, porque lo conoces y lo ves, y podes llegar a pelear el sueldo con ellos. En cambio en las grandes empresas no, porque nunca vas a conocer al patrón, conoces a ingenieros, recorredores etc., por eso a nosotros nos conviene trabajar con el pequeño productor y no con las grandes empresas, por las relaciones que se dan.

GP: ¿Y con los sindicatos, como están?
L: UATRE, es un sindicato que los dirigentes no están para acompañar al trabajador sino que es un sindicato muerto, que esta vendido, con dirigentes traidores que tenemos, y que no están capacitados para defender a los trabajadores. No salen a recorrer las chacras, no hacen inspecciones, no pelean por los sueldos, no hacen nada. En realidad defienden a los patrones, el comentario de todos los trabajadores es que no nos representan… por alguna razón será.

GP: En el ultimo tiempo, la diferencia entre patrones, capataces, etc. y peones, ¿han aumentado o se mantienen?
L: Y mira, nosotros el sueldo lo cobramos en pesos. En cambio ellos cobran en dólares. De lo que ellos ganan, solo gastan un 5 por ciento en el peón y la producción. O sea que la diferencia esta claro que es grande. Cada vez tenés que laburar más para poder sobrevivir.

GP: ¿Hacen algo los trabajadores para recuperar esos sindicatos “muertos”?
L: Lo que hacemos es pelear contra lo imposible. La central de trabajadores prefiere tener a esta clase de dirigentes que no defiendan a los trabajadores, porque son tan vendidos como los que están acá. Este año por ejemplo nosotros, si bien el sindicato nos abandono en el momento de lucha, por necesidad propia salimos a pelear por mejores condiciones de trabajo y por sueldos dignos. Y así, todos los años, no fueron los dirigentes los que salieron a pelear, sino que fueron los trabajadores.

GP: ¿Que medidas tomaron?
L: La lucha de nosotros fue cortar la Ruta Nacional 22, como otros años, para que un poco nos den pelota. Este año se corto en varios lugares de la provincia, 19 cortes, 19 piquetes. Hacia años que no había una lucha tan grande como la de este.

GP: ¿Cual fue la actitud del sindicato frente a esto?
L: Si bien nosotros peleábamos por 100 pesos al día de cosecha, en realidad no se consiguió, pero se pudo llegar a 75, y si no hubiéramos salido nosotros a luchar, no se hubiera conseguido nada, porque la patronal no te tiraba una moneda más. Si hubiera sido por los dirigentes de la UATRE no hubiéramos conseguido nada. El año pasado ganábamos 54, tuvimos alrededor de un 40 pro ciento de aumento. Pero te digo, fue por la lucha nuestra, no por los dirigentes que tenemos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De esto los canales y medios de información, no tienen tiempo para hablar...
hasta cuando nos van a tomar por idiotas.
y esta gente no hay nadie que les de un micrófono....
ah, claro cierto esto es Argentina,
y como el cuento tiene de todo, pero también tiene argentinos(que triste que ese cuento todavía tenga vigencia).
gracias por poner este tipo de informes.
un saludo

Anónimo dijo...

excelente compañeros! adelante con este laburo! muchas gracias! Pablo T