Luego de ese 17 de Julio de 2008, fecha en que el Senado desaprobó el decreto 125/08 que promovía el aumento de las retenciones al sector agrícola-ganadero, nuestro país no es lo mismo a nivel dirigencial. Mas allá de posicionarnos a favor o en contra de esta medida que recaía sobre un sector, cuya historia es polémica, el poder ejecutivo nacional quedó herido.
Esta laceración producida por una “derrota momentánea”, según palabras de la presidente Cristina Fernández, se está agrandando cada vez más, como consecuencia de un sin número de acontecimientos y operaciones políticas dentro y fuera de su gobierno.
Durante esos días de furia, la sociedad argentina estuvo dividida en dos sectores. Uno de ellos defendía las retenciones como un posible primer paso para la redistribución de la riqueza, y la efectiva limitación de poder económico a los sectores agrícola-ganaderos que obtenían suculentos beneficios, gracias al escenario mundial, que refleja una crisis de alimentos.
El otro sector, argumentaba que con dichas retenciones se ahogaba a un sector que había resultado motor del crecimiento económico argentino, resultando esta normativa, una imposición prepotente.
En ese momento, mas allá del conflicto gobierno-campo, se estaba gestando un movimiento cada vez mayor que tenía (y tiene) el objetivo de debilitar la estructura gubernamental, y sobre todo, el sistema democrático vigente.
Sus protagonistas visibles son los ex presidentes Eduardo Duhalde y Carlos Menem; los ex gobernadores José Manuel de
Pero también, se están movilizando con la finalidad de desgastar a la figura presidencial y a su entorno, actores como el sindicalista Luis Barrionuevo, con su CGT paralela (Azul y Blanca), y los diarios
Dentro del mismo grupo y envalentonado por su voto, que dio el triunfo al sector rural, viene el vicepresidente Julio Cobos, que está tratando de establecer un contrapoder para poder torcer la línea ideológica del gobierno o al menos debilitarlo.
Aducen la necesidad de volver a los años 90 en materia económica, apoyando a los sectores agrícola-ganaderos, para converger en un proyecto de una Argentina “granero del mundo”, dejando la idea de país industrializado. Y en materia de política externa, exigen un corte en las relaciones diplomáticas con Venezuela y un acercamiento a Brasil y, sobre todo, a EE.UU.
Cuando se realizaron los cortes de rutas de los ruralitas, empezaron a reunirse en casa del ex presidente Eduardo Duhalde. Así, durante el conflicto y ante el rebrote de violencia en las ciudades argentinas, sumado a la caída de imagen de la actual presidente Cristina Fernández, Eduardo Duhalde viajaba a Brasil con la finalidad de mostrarse como figura alternativa y consolidada de la política argentina.
No obstante, en este club del Partido Justicialista anti- k, también se encuentran los ex presidentes Carlos Menem y Adolfo Rodiguez Saa, quienes en el 2007 se reunieron en Potreros de Funes (San Luis), para tejer una formación peronista contraria al kirchnerismo. En este sentido, critican al gobierno actual por sus tendencias “setentistas”, “montoneras”, aliadas al “populismo venezolano y ecuatoriano”, como así también al enjuiciamiento de los responsables de delitos de lesa humanidad.
Además, es necesario mencionar en este grupo a los ex gobernadores José Manuel de
Del mismo modo, los actuales gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Carlos Gioja (San Juan) se opusieron explícitamente a las retenciones móviles, y sus funcionarios estuvieron presente en cada acto del sector rural. Así, cuando se votó en contra de las retenciones, en el interior de
Al mismo tiempo, en el seno de
Si bien en
Ambos dirigentes, en su pasado fueron miembros activos de la juventud sindical (extrema derecha), que formaron parte de las tres A (Alianza Anticomunista Argentina).
Asesorado por el famoso Enrique “Coty” Nosiglia y por ex funcionarios de la administración de Fernando de
Julio Cobos ha hecho acercamientos con la dirigencia de la conservadora UCeDe (Unión Centro Democrático) y con el Partido Demócrata (Liberal).
La idea es aprovechar el desgaste de
Pero la resolución 125 no era el problema, sino la política económica que tiene la actual administración. El campo quiere un cambio en
Hoy, en
La estrategia rural es unir a toda la oposición y salir nuevamente a las rutas con la excusa de que no ha habido respuesta oficial a los pedidos de reactivación del sector.
Pero en realidad, la idea es seguir fogoneado una salida rápida del poder de la actual presidente a quien acusan de “Prepotente”,”Montonera” o “zurda”.
En los próximos meses, se espera una mega reunión de todos los opositores al Kirchnerismo con la finalidad de que cambie la política y la economía nacional hacia nuevos horizontes. Y con ello, la figura de Eduardo Duhalde saldrá a la palestra explícitamente para disputarle a los Kirchner no solo el PJ sino el futuro del país.
1 comentario:
Claro artículo y por sobre todo veraz, cosa que no es fácil de encontrar.
Gracias y ¡adelante!
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