20 ago 2008

Después de la 125

Por Lic. Pedro Agüero D.

Luego de ese 17 de Julio de 2008, fecha en que el Senado desaprobó el decreto 125/08 que promovía el aumento de las retenciones al sector agrícola-ganadero, nuestro país no es lo mismo a nivel dirigencial. Mas allá de posicionarnos a favor o en contra de esta medida que recaía sobre un sector, cuya historia es polémica, el poder ejecutivo nacional quedó herido.
Esta laceración producida por una “derrota momentánea”, según palabras de la presidente Cristina Fernández, se está agrandando cada vez más, como consecuencia de un sin número de acontecimientos y operaciones políticas dentro y fuera de su gobierno.
Durante esos días de furia, la sociedad argentina estuvo dividida en dos sectores. Uno de ellos defendía las retenciones como un posible primer paso para la redistribución de la riqueza, y la efectiva limitación de poder económico a los sectores agrícola-ganaderos que obtenían suculentos beneficios, gracias al escenario mundial, que refleja una crisis de alimentos.
El otro sector, argumentaba que con dichas retenciones se ahogaba a un sector que había resultado motor del crecimiento económico argentino, resultando esta normativa, una imposición prepotente.
En ese momento, mas allá del conflicto gobierno-campo, se estaba gestando un movimiento cada vez mayor que tenía (y tiene) el objetivo de debilitar la estructura gubernamental, y sobre todo, el sistema democrático vigente.
Sus protagonistas visibles son los ex presidentes Eduardo Duhalde y Carlos Menem; los ex gobernadores José Manuel de La Sota, Adolfo Rodríguez Saa y Jorge Busti; y los actuales gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Alberto Rodríguez Saa (San Luis) y Juan Carlos Gioja (San Juan).
Pero también, se están movilizando con la finalidad de desgastar a la figura presidencial y a su entorno, actores como el sindicalista Luis Barrionuevo, con su CGT paralela (Azul y Blanca), y los diarios La Nación, Perfil y Clarín.
Dentro del mismo grupo y envalentonado por su voto, que dio el triunfo al sector rural, viene el vicepresidente Julio Cobos, que está tratando de establecer un contrapoder para poder torcer la línea ideológica del gobierno o al menos debilitarlo.

El club de los PJ anti k

Dentro de este grupo se encuentra el peronismo ortodoxo, proclive a un “giro” del PJ y a la política interna y externa del país.
Aducen la necesidad de volver a los años 90 en materia económica, apoyando a los sectores agrícola-ganaderos, para converger en un proyecto de una Argentina “granero del mundo”, dejando la idea de país industrializado. Y en materia de política externa, exigen un corte en las relaciones diplomáticas con Venezuela y un acercamiento a Brasil y, sobre todo, a EE.UU.
Cuando se realizaron los cortes de rutas de los ruralitas, empezaron a reunirse en casa del ex presidente Eduardo Duhalde. Así, durante el conflicto y ante el rebrote de violencia en las ciudades argentinas, sumado a la caída de imagen de la actual presidente Cristina Fernández, Eduardo Duhalde viajaba a Brasil con la finalidad de mostrarse como figura alternativa y consolidada de la política argentina.
No obstante, en este club del Partido Justicialista anti- k, también se encuentran los ex presidentes Carlos Menem y Adolfo Rodiguez Saa, quienes en el 2007 se reunieron en Potreros de Funes (San Luis), para tejer una formación peronista contraria al kirchnerismo. En este sentido, critican al gobierno actual por sus tendencias “setentistas”, “montoneras”, aliadas al “populismo venezolano y ecuatoriano”, como así también al enjuiciamiento de los responsables de delitos de lesa humanidad.
Además, es necesario mencionar en este grupo a los ex gobernadores José Manuel de la Sota, Jorge Busti y Ramón Puerta; quienes mas allá de haber gobernado, ocuparon posiciones de prestigio en la administración del ex presidente Carlos Menem.
Del mismo modo, los actuales gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Carlos Gioja (San Juan) se opusieron explícitamente a las retenciones móviles, y sus funcionarios estuvieron presente en cada acto del sector rural. Así, cuando se votó en contra de las retenciones, en el interior de la Casa de las Tejas (Gobernación de Córdoba) se festejó efusivamente la derrota de la propuesta oficial.

El sindicalismo veleta

Al mismo tiempo, en el seno de la CGT (Confederación General del Trabajo) se libraba una lucha por el liderazgo de la misma. De un lado el Secretario Gral. Hugo Moyano (kirchnerista) y por el otro Luis Barrionuevo (ex menemista y ahora duhaldista).
Si bien en la CGT -brazo sindical del peronismo- hubo disputas de liderazgo, hoy se encuentra fracturada debido a las peleas internas y los conatos de rebelión del sector ortodoxo, opositor al actual poder ejecutivo.
Ambos dirigentes, en su pasado fueron miembros activos de la juventud sindical (extrema derecha), que formaron parte de las tres A (Alianza Anticomunista Argentina).

La estrategia de Cobos

La figura del vicepresidente Julio Cobos es actualmente valorada por los sectores conservadores de la sociedad argentina. De esta forma y mediante el asesoramiento de personajes oscuros de la historia nacional, está afianzándose como posible candidato opositor a la gestión Kirchnerista.
Asesorado por el famoso Enrique “Coty” Nosiglia y por ex funcionarios de la administración de Fernando de la Rua, Cobos quiere despegarse del matrimonio Kirchner y de su política económica.
Julio Cobos ha hecho acercamientos con la dirigencia de la conservadora UCeDe (Unión Centro Democrático) y con el Partido Demócrata (Liberal).
La idea es aprovechar el desgaste de la Presidente y generar la imagen de político diferente y cercano al campo. Así, lo que pretende como vicepresidente es generar contrapoder y un laborioso plan de desgaste interno.

El campo

Este sector está fortalecido por tres factores: la no sanción de la normativa 125/08, a la salida del Gobierno del Ministro de Economía Martín Lousteau, y la renuncia del Jefe de Gabinete Anibal Fernández.
Pero la resolución 125 no era el problema, sino la política económica que tiene la actual administración. El campo quiere un cambio en la Política económica acorde a las épocas del menemismo, donde el sector rural y los pools de siembra se beneficiaron notablemente evadiendo impuestos y manteniendo en estado de pobreza extrema a los peones rurales.
Hoy, en la Argentina, el sector rural está haciendo alianzas con todos los sectores de la derecha argentina, donde incluyen partidos como la UCR, ARI, PRO y todos los señalados líneas más arriba.
La estrategia rural es unir a toda la oposición y salir nuevamente a las rutas con la excusa de que no ha habido respuesta oficial a los pedidos de reactivación del sector.
Pero en realidad, la idea es seguir fogoneado una salida rápida del poder de la actual presidente a quien acusan de “Prepotente”,”Montonera” o “zurda”.

Lo que se viene

Mas allá del nuevo embate del sector rural y la continua acción desestabilizadora de ciertos medios gráficos, la población se encuentra cada vez más cansada y abúlica a los vaivenes de la actualidad nacional y fácilmente dirigida por aquellos que hacen de las noticias, una herramienta de dominación de voluntades.
En los próximos meses, se espera una mega reunión de todos los opositores al Kirchnerismo con la finalidad de que cambie la política y la economía nacional hacia nuevos horizontes. Y con ello, la figura de Eduardo Duhalde saldrá a la palestra explícitamente para disputarle a los Kirchner no solo el PJ sino el futuro del país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Claro artículo y por sobre todo veraz, cosa que no es fácil de encontrar.
Gracias y ¡adelante!