6 ene 2009

Coca-Cola y Pepsi roban agua para crear sed.

por Vandana Shiva
(Texto publicado en REDH-Red Solidaria por los Derechos Humanos)




Prohibir la Coca-Cola o la Pepsi no debiera depender solamente de que un determinado laboratorio encuentre particulares niveles de residuos de algunos pesticidas más allá de los límites permitidos en las bebidas sin alcohol. Los problemas derivados de la crisis hídrica y sanitaria generados por Coca-Cola y Pepsi son suficientes motivos para prohibirlas.
Coca –Cola y Pepsi han entrado indudablemente a formar parte del grupo de productos tóxicos y dañinos que es necesario prohibir para proteger la salud de los ciudadanos y proteger el ambiente. El 22 de agosto pasado, la campaña “ Coca-Cola y Pepsi, abandonen la India” ha fortalecido las actividades tendientes a prohibir estas gaseosas.

Robar agua, crear sed.
En la India existen serias razones ambientales y humanitarias para prohibir la producción de bebidas analcohólicas. Cada fábrica de Coca-Cola y Pepsi extrae entre 1 y 2 millones diarios de agua, dado que hay 90 fábricas en el país, la extracción diaria de agua es de entre 90 y 180 millones de litros, cantidad que podría satisfacer la necesidad cotidiana de agua potable de millones de personas. La fabricación de un litro de estas bebidas destruye y contamina 10 litros de agua y se ha descubierto que tales efluentes contienen altos niveles de cadmio y de plomo (Pollution Control Board, Kerala, Hazard Centre).
Una prolongada exposición al cadmio puede tener potencialmente efectos tales como disfunciones, renales, daño a los huesos, hígado y sangre. El plomo afecta al sistema nervioso central, los riñones, la sangre, el sistema cardiovascular. Las mujeres de una aldea de Kerala consiguieron hacer cerrar una embotelladora de Coca Cola. “Cuando bebéis Coca, bebeis la sangre de la gente” ha dicho Mylamma, la mujer que inicio el movimiento contra la Coca Cola en Plachimada.
El establecimiento de Coca Cola en Plachimada recibió el encargo de producir 1.224.000 botellas por día de sus productos y le fue otorgado un permiso condicionado para instalar un motor para bombear agua. De todos modos la compañía comenzó a extraer ilegalmente millones de litros de
agua potable. Según los habitantes del lugar Coca Cola extraía diariamente 1,5 millones de litros de modo que la napa comenzó a bajar desde 150 pies de profundidad a 500 pies.
Las tribus de la región y los campesinos se quejaban porque los acuíferos sufrían reducciones debido a la instalación indiscriminada de pozos para el aprovechamiento de las napas freáticas con graves consecuencias para los cultivos.
Cuando la compañía no logró satisfacer el pedido de informes de las autoridades la licencia le fue cancelada. La Coca Cola trató de sobornar al gobernador A.Krihnan con 300 millones de rupias. Coca Cola no solo se apropiaba del agua de la comunidad sino que también contaminaba la restante. La compañía depositaba material residual en las afueras del establecimiento, materiales que durante la época de lluvias se esparcían por los desagües, los canales y los pozos provocando grandes riesgos sanitarios, de modo que 260 pozos provistos por las autoridades para proveer agua potable y para riego se secaron.
En el 2003 el médico oficial del distrito informó a la gente de Plachimada que su agua no era apta para el consumo humanos. Las mujeres que ya lo sabían debían caminar kilómetros para proveerse del agua necesaria.
Coca Cola había provocado un déficit hídrico en una región abundante en agua descargando
efluentes con alto contenido de plomo, cromo y cadmio.
Las mujeres de Plachimada decidieron oponerse a esta piratería hídrica. En el 2002 hicieron una “sentada” en las puertas de la Coca Cola. Para festejar el primer año de su iniciativa me uní a ellas en el Día dela Tierra del 2003. El 21 de setiembre de 2003, una gran manifestación le planteó un ultimátum a la empresa y en enero de 2004 la Conferencia Mundial del Agua concurrió a apoyar a los activistas locales, con activistas globales
Robar salud, generar enfermedades
La lucha contra la Coca Cola es también una lucha por la salud. En ambas bebidas, Coca Cola y Pepsi se han encontrado residuos de pesticidas pero además las bebidas sin alcohol son nocivas aún sin pesticidas. No tienen ningún valor nutricional con relación a otras bebidas locales.
Las agresivas campañas publicitarias de los gigantes de las bebidas an-alcohólicas han conseguido que los jóvenes indios se avergüencen de la propia cultura gastronómica de sus valores nutricionales y de su seguridad.
Marion Nestle ha definido a las bebidas an-alcohólicas como “porquerías” ricas en calorías pero poco nutritivas. El Centro para las Ciencias y el Ambiente las ha definido como “caramelo líquido” Una lata de 12 onzas contiene una onza y media de azúcar.
Los gigantes de las bebidas an-alcohólicas se están inclinando cada vez más por el Jarabe de Maíz de Alta Concentración (HFCS, por sus siglas en inglés). El Ministerio de la Salud no ha encarado todavía el estudio de los riesgos del HFCS para la salud ni el de los productos agrícolas genéticamente modificados
El azúcar contenido en las bebidas an-alcohólicas no es azúcar natural, sacarosa, sino HCSF. Las fábricas de jarabe de maíz han comenzado ha introducirlo en la India y si no se establecen rígidas reglamentaciones la dieta india podría asemejarse a la estadounidense, en la que el jarabe de maiz con alta concentración de fructuosa provoca resistencia a la insulina.
A diferencia de la sacarosa, la fructuosa no pasa por algunas fases críticas intermedias sino que se
desvía hacia el hígado en el que imita la capacidad de la insulina de hacerle liberar ácidos grasos en la sangre.
Algunos estudios han puesto de manifiesto que las dietas sobre la base de fructuosa contienen un 31% más de triglicéridos con relación a las dietas sobre bases de sacarosa. La fructuosa además reduce la tasa de oxidación de los ácidos grasos. P.A. Mayer un científico de la Universidad de Londres ha llegado a la conclusión de que el consumo prolongado de fructuosa produce una adaptación de la enzima que produce la lipogénesis, la formación de grasas y la de VLDL (colesterol malo) y conduce a la trigliceridemia (exceso de triglicéridos en la sangre), reducida tolerancia a la glucosa e hiperinsulinemia (exceso de insulina en la sangre)
Los científicos de la Universidad de Berkeley en California han confirmado también que un
consumo excesivo de fructuosa está orientando la dieta usamericana hacia cambios metabólicos que impulsan la acumulación de grasas
De todas maneras el contenido de la botella no es bueno para una dieta sana. Es sabido que el consumo de bebidas an-alcohólicas contribuye a arruinar los dientes y los adolescentes que las consumen corren entre 3 y 4 veces más riesgos de padecer fracturas óseas que aquellos que no las consumen.
La otra violación que cometen Coca Cola y Pepsi es la violación al derecho a la salud. El ácido fosfórico y el dióxido de carbono vuelven fuertemente ácidas a las bebidas an-alcohólicas, lo que explica el que sean tan eficaces como detergentes en la limpieza de los baños. No aprobaríamos jamás que nuestros hijos tomaran detergente para el baño y sin embargo las bebidas an-alcohólicas que tienen la misma acidez son vendidas libremente.
Ante estos riesgos en las escuelas de los EEUU ha sido prohibida la venta de bebidas an-alcohólicas. Por igual motivo 10 mil escuelas y colegios indios han sido declaradas “zonas libres de Coca Cola y Pepsi” y el gobierno de Kerala ha prohibido las colas en todo su territorio.
Considerando los mencionados riesgos la Pepsi ha reconocido que sus bebidas no son seguras para los niños.
Debemos seguir el ejemplo de Plachimada y Kerala para liberar a la India de la Coca Cla y de la Pepsi para proteger nuestras napas y la salud de las generaciones futuras. Debemos resistir toda tentativa de quitarles a los ciudadanos el derecho constitucional de decidir sobre la seguridad de nuestros alimentos como lo propone la Food Safety Act 2006.

2 comentarios:

Prensa MuCC dijo...

Excelente. Sigan con este proyecto, hace falta gente como ustedes.

Anónimo dijo...

Vaya montón de tonterias, quieren convencernos de que las autoridades sanitarias de todos los paises estan interesados en envenenarnos a los consumidores y por ello autorizan el consumo de Coca-Cola y otros refrescos. Venga hombre sean serios y dediquense a otras cosas en vez de crear alarmismo por algo que no tiene razón de ser.
Ahora me estoy tomando una Coca-Cola y oiga esta buenisima.