Por Lic. Carlos A. Pereyra Mele
Especialista en GeopolíticaSuramericana
Especialista en GeopolíticaSuramericana
El filosofo argentino Alberto Buela me remitió una categorización filosófica sobre “El Tiempo”, en un mundo donde pareciera que cada vez tenemos menos tiempo para vivir una vida plena, Buela lo describió con filosa precisión: “El tiempo es un concepto de difícil explicación, ya San Agustín en los albores del cristianismo se preguntaba y se respondía: Quid est ergo tempus?, ¿qué es, pues, el tiempo?. Si nemo ex me quaerat scio, si quaerenti explicare velim nescio; si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicarlo a quien me lo pregunte, lo ignoro. Existen distintos tipos de tiempos, el físico caracterizado como medida del movimiento, el histórico como sucesión de acontecimientos, el de la naturaleza como fija ciclicidad de las estaciones, el existencial como maduración, el de la espera como desesperante y así infinidades, esta breve meditación nos ocuparemos del tiempo sagrado, porque para el hombre moderno, a diferencia del antiguo, la realidad no posee ningún contenido de sacralidad. Está desacralizado, o peor aún, sacraliza cosas que no son sagradas, como el dinero, el fútbol, el sexo, etc".
Es sobre eso que me quiero referir en la presente exposición, ya que tenemos una sociedad tremendamente dividida y con una continúa profundización que agiganta la brecha entre ricos y pobres, lo cual genera una marcada división. Unos se agrupan en guetos voluntarios (ej. Clubes privados, countrys, etc.), y otros se aglutinan en guetos involuntarios (ej. las villas marginales, complejos de viviendas, asentamientos, etc.).
Mientras tanto una porción importante de la población intenta acceder al gueto voluntario para intentar evitar caer en el gueto involuntario. Esta es la triste realidad que nos dejo el paso del tsunami del neoliberalismo y sus consecuencias nefastas en el plano socioeconómico, como la desocupación, el hambre, la falta de salud y educación, la pésima redistribución, trabajadores en negro y la pauperización de las condiciones labores, desde el año 1976 hasta fines del 2000, y que tuvo como corolario final la crisis del 2001. Y aquí aparece de nuevo “el tiempo”, no el profundo o sea el sagrado, sino el tiempo profano del hombre común que sobrevive en lucha permanente contra los flagelos que lo aquejan.
Desde que la globalización generó procesos asimétricos en países no desarrollados, la violencia manifestó un crecimiento sin parangón, siendo esta una parte diaria del desarrollo del proceso. Este tipo de violencia no es exclusivamente referida a delitos contra la propiedad o hechos delictivos generados por individuos que se asocian para tal fin, sino que refiere a esa masa de la población que intenta mantenerse, para no caer en el gueto involuntario.
Cuando hablamos de VIOLENCIA, nos referimos al denominado “Crimen Organizado Mundial”, una nueva forma criminal que se ha visto favorecida por el triunfo de la globalización asimétrica. Según fuentes especializadas, la misma “alimenta la economía mundial”, y eso es de una gravedad terrible, ya que estamos viendo los primeros ejemplos en Argentina, de situaciones que en otros países de la región son claves en su economía e imposibilitan su crecimiento.
Los casos más conocidos son el de los narcos colombianos, donde se aumento la producción de narcóticos en los últimos años, y que creó los “babycarteles”, denominación que les confieren las autoridades colombianas. El incremento de las drogas también se ha diversificado, ya no solo producen cantidades industriales de cocaína, sino que ahora producen marihuana, opio y heroína.
Con respecto a la mano de obra de los “babycarteles”, están compuestos por jóvenes que no superan los 24 años, que a través de las tristemente conocidas “Maras”, logran distribuir la droga, a través de Centroamérica, para luego ingresarla a Estados Unidos. También la gravísima situación de México, en donde el estado prácticamente esta perdiendo el control territorial y convirtiéndolo en un estado fallido. Los principales Carteles, como el de Juárez, Sinaloa y Tijuana, son los encargados de la distribución de la droga en los Estados Unidos y Europa.
Debido a esa violencia el estado mexicano creo un cuerpo de elite para hacer frente a los carteles, que se denomina “los Zetas” y estos se incorporaron a las mafias como sus guardianes. También Brasil ha vuelto a vivir jornadas de violencia extrema con el derribo de un helicóptero policial, en una favela de la zona norte de Río de Janeiro. Eso demuestra por otra parte la capacidad de combate del Comando Vermelho y Amigo des Amigos, que son las principales facciones armadas que enfrentan al estado y son financiadas con la distribución y venta de droga.
Ahora bien, la mayor cantidad de droga que arriba a Europa proviente del extenso litoral marítimo brasileño. Según una ONG se calcula que los narcos manejan 7000 niños en los trabajos sucios y la esperanza de vida de esos “empleados”, no supera los veinte años.
Argentina no ha sido una excepción a este mundo infectado por el Crimen Organizado. El reciente descubrimiento de 2 toneladas de cocaína que iban a ser enviadas a Europa por vía marítima, fueron decomisadas gracias a un problema técnico que logró su posterior detección y captura. También el affaire con la efedrina sacó a la luz los nexos entre los narcotraficantes y funcionarios del estado nacional y elementos de las fuerzas de seguridad.
Estas organizaciones criminales nos manejan nuestro tiempo, pues nos imponen su lógica asesina y destructiva y como podemos apreciar forman parte del circuito económico mundial. Hoy el Crimen Organizado representa el 5% del Producto Bruto Mundial. En un hipotético ranking de PBI, hoy el top five sería de la siguiente manera: 1º Unión Europea, 2º Estados Unidos, 3º Japon, 4º el Crimen Organizado y 5° China.
La red de “servicios” que abarcan al Crimen Organizado es muy variada: ropa, medicamentos, cosméticos, electrodomésticos, juegos, equipos electrónicos, trata de blancas, armas, juego, emprendimientos inmobiliarios, mas el apetecible y superrentable comercio de droga. Por todos esos conceptos se logra recaudar alrededor de 700.000 millones de euros.
Es indudable que este flujo de dinero tiene que reinsertarse en la economía formal y para ello, las actuales entidades financieras, que por otra parte causaron la crisis de los mercados mas importantes desde el crack de 1930, y en especial las anglosajonas, crean diversos paraísos fiscales y fondos de inversión para poder reinsertar esos dineros generados por la delincuencia mundial. Estos están concentrados fundamentalmente en el Caribe y en nuestra América del Sur en Uruguay y Malvinas. Si nuestras Malvinas, así lo describe un buffet que da información sobre paraísos fiscales en Internet: http://www.ibchouse.com/offshore.htm .
Como podemos apreciar el Crimen Organizado difícilmente sea combatido por este “sistema mundialista”, ya que este solo sirve para sostener a un mundo caótico que asiste de manera perpleja a su propia destrucción ecológica. Los principales culpables se cuentan de a miles, en especial los detentadores de las finanzas mundiales, ya que ellos son los que nos manejan realmente nuestro tiempo profano y mundano, y a través de sus medios de comunicación masivos desvían y confunden a la ciudadanía los verdaderos objetivos, que no son otros que proteger a su sociedad y desarrollarla en consonancia con los intereses nacionales y regionales. Este tema del crimen organizado debería estar en la agenda de todos los sectores para al menos intentar socavar el poder que acrecientan con el correr de los días y ante la impávida mirada de las autoridades nacionales y mundiales. Y no permitir que con el falso argumento de la lucha contra el narcoterrorismo, el Comando Sur norteamericano se arrogue ser la cabeza visible de esa supuesta lucha y que nos impongan en nuestra región Suraméricana: bases militares, la IV Flota junto a las bases de la OTAN en el Caribe y Malvinas.-
Es sobre eso que me quiero referir en la presente exposición, ya que tenemos una sociedad tremendamente dividida y con una continúa profundización que agiganta la brecha entre ricos y pobres, lo cual genera una marcada división. Unos se agrupan en guetos voluntarios (ej. Clubes privados, countrys, etc.), y otros se aglutinan en guetos involuntarios (ej. las villas marginales, complejos de viviendas, asentamientos, etc.).
Mientras tanto una porción importante de la población intenta acceder al gueto voluntario para intentar evitar caer en el gueto involuntario. Esta es la triste realidad que nos dejo el paso del tsunami del neoliberalismo y sus consecuencias nefastas en el plano socioeconómico, como la desocupación, el hambre, la falta de salud y educación, la pésima redistribución, trabajadores en negro y la pauperización de las condiciones labores, desde el año 1976 hasta fines del 2000, y que tuvo como corolario final la crisis del 2001. Y aquí aparece de nuevo “el tiempo”, no el profundo o sea el sagrado, sino el tiempo profano del hombre común que sobrevive en lucha permanente contra los flagelos que lo aquejan.
Desde que la globalización generó procesos asimétricos en países no desarrollados, la violencia manifestó un crecimiento sin parangón, siendo esta una parte diaria del desarrollo del proceso. Este tipo de violencia no es exclusivamente referida a delitos contra la propiedad o hechos delictivos generados por individuos que se asocian para tal fin, sino que refiere a esa masa de la población que intenta mantenerse, para no caer en el gueto involuntario.
Cuando hablamos de VIOLENCIA, nos referimos al denominado “Crimen Organizado Mundial”, una nueva forma criminal que se ha visto favorecida por el triunfo de la globalización asimétrica. Según fuentes especializadas, la misma “alimenta la economía mundial”, y eso es de una gravedad terrible, ya que estamos viendo los primeros ejemplos en Argentina, de situaciones que en otros países de la región son claves en su economía e imposibilitan su crecimiento.
Los casos más conocidos son el de los narcos colombianos, donde se aumento la producción de narcóticos en los últimos años, y que creó los “babycarteles”, denominación que les confieren las autoridades colombianas. El incremento de las drogas también se ha diversificado, ya no solo producen cantidades industriales de cocaína, sino que ahora producen marihuana, opio y heroína.
Con respecto a la mano de obra de los “babycarteles”, están compuestos por jóvenes que no superan los 24 años, que a través de las tristemente conocidas “Maras”, logran distribuir la droga, a través de Centroamérica, para luego ingresarla a Estados Unidos. También la gravísima situación de México, en donde el estado prácticamente esta perdiendo el control territorial y convirtiéndolo en un estado fallido. Los principales Carteles, como el de Juárez, Sinaloa y Tijuana, son los encargados de la distribución de la droga en los Estados Unidos y Europa.
Debido a esa violencia el estado mexicano creo un cuerpo de elite para hacer frente a los carteles, que se denomina “los Zetas” y estos se incorporaron a las mafias como sus guardianes. También Brasil ha vuelto a vivir jornadas de violencia extrema con el derribo de un helicóptero policial, en una favela de la zona norte de Río de Janeiro. Eso demuestra por otra parte la capacidad de combate del Comando Vermelho y Amigo des Amigos, que son las principales facciones armadas que enfrentan al estado y son financiadas con la distribución y venta de droga.
Ahora bien, la mayor cantidad de droga que arriba a Europa proviente del extenso litoral marítimo brasileño. Según una ONG se calcula que los narcos manejan 7000 niños en los trabajos sucios y la esperanza de vida de esos “empleados”, no supera los veinte años.
Argentina no ha sido una excepción a este mundo infectado por el Crimen Organizado. El reciente descubrimiento de 2 toneladas de cocaína que iban a ser enviadas a Europa por vía marítima, fueron decomisadas gracias a un problema técnico que logró su posterior detección y captura. También el affaire con la efedrina sacó a la luz los nexos entre los narcotraficantes y funcionarios del estado nacional y elementos de las fuerzas de seguridad.
Estas organizaciones criminales nos manejan nuestro tiempo, pues nos imponen su lógica asesina y destructiva y como podemos apreciar forman parte del circuito económico mundial. Hoy el Crimen Organizado representa el 5% del Producto Bruto Mundial. En un hipotético ranking de PBI, hoy el top five sería de la siguiente manera: 1º Unión Europea, 2º Estados Unidos, 3º Japon, 4º el Crimen Organizado y 5° China.
La red de “servicios” que abarcan al Crimen Organizado es muy variada: ropa, medicamentos, cosméticos, electrodomésticos, juegos, equipos electrónicos, trata de blancas, armas, juego, emprendimientos inmobiliarios, mas el apetecible y superrentable comercio de droga. Por todos esos conceptos se logra recaudar alrededor de 700.000 millones de euros.
Es indudable que este flujo de dinero tiene que reinsertarse en la economía formal y para ello, las actuales entidades financieras, que por otra parte causaron la crisis de los mercados mas importantes desde el crack de 1930, y en especial las anglosajonas, crean diversos paraísos fiscales y fondos de inversión para poder reinsertar esos dineros generados por la delincuencia mundial. Estos están concentrados fundamentalmente en el Caribe y en nuestra América del Sur en Uruguay y Malvinas. Si nuestras Malvinas, así lo describe un buffet que da información sobre paraísos fiscales en Internet: http://www.ibchouse.com/offshore.htm .
Como podemos apreciar el Crimen Organizado difícilmente sea combatido por este “sistema mundialista”, ya que este solo sirve para sostener a un mundo caótico que asiste de manera perpleja a su propia destrucción ecológica. Los principales culpables se cuentan de a miles, en especial los detentadores de las finanzas mundiales, ya que ellos son los que nos manejan realmente nuestro tiempo profano y mundano, y a través de sus medios de comunicación masivos desvían y confunden a la ciudadanía los verdaderos objetivos, que no son otros que proteger a su sociedad y desarrollarla en consonancia con los intereses nacionales y regionales. Este tema del crimen organizado debería estar en la agenda de todos los sectores para al menos intentar socavar el poder que acrecientan con el correr de los días y ante la impávida mirada de las autoridades nacionales y mundiales. Y no permitir que con el falso argumento de la lucha contra el narcoterrorismo, el Comando Sur norteamericano se arrogue ser la cabeza visible de esa supuesta lucha y que nos impongan en nuestra región Suraméricana: bases militares, la IV Flota junto a las bases de la OTAN en el Caribe y Malvinas.-
1 comentario:
Una nota impecable y sin desperdicio.
¡Felicitaciones!
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