El Puerto San Roque, en Córdoba:

Por Fernando Javier Lasagno

Teóricamente, según la historia, la constitución dicen que los gobiernos deben gobernar en beneficio del “bien común”, pero esa premisa ha sido sustituida por el “bien de pocos y de las corporaciones”. Una realidad también a causa de la escasa participación del ciudadano. En el lago San Roque, una fuente de provisión de agua reciclada para la capital de Córdoba, ecosistema del valle de Punilla; aun hoy en medio de una irregularidad en el régimen de lluvias, relocalizadas por el cambio Global del Clima, con una importante sequía en el país, se planea llevar a cabo un mega-proyecto inmobiliario de hoteles 5 estrellas y otras inutilidades al “bien publico”, para lo cual es requisito bajar el nivel del dique en 3 metros, despojar a la biodiversidad y a millones de habitantes de Córdoba de la fuente de vida, despojar de una fuente de ingresos dejada por el turismo importante que proviene de Buenos Aires, Santa Fe y otras provincias, por que esta infraestructura es para una clase privilegiada y elite del planeta, pero la ambición del empresario soñador de un mundo de cemento y automóviles impera, junto a gobiernos gobernados por esta lujuria corporativa, en contra de un sueño de una sociedad mas justa, sana, en la que administre sus recursos escasos para las próximas generaciones.

El que esta despierto y tiene dos dedos de frente califica esto como “una locura”. Este es otro soplo de vida que se va, si la ciudadanía no reacciona a tiempo. Pero este es solo uno de los genocidios ambientales de tantos, pero de guantes blancos.