Por Cristian Pérez y Pedro Aguero
Aram Aharonian es de esos ávidos observadores que abrazan ardientemente la vocación periodística. Su trayectoria, tanto en diarios, semanarios o en agencias de televisión marcan un lenguaje simple y llano para comprender la comunicación y la información de esta nueva América Latina. Este Montevideano por nacimiento y Latinoamericano por convicción estimula al lector/espectador a reflexionar sobre la auditoria que tienen que ejercer ese quinto poder en manos del control ciudadano sobre los medios de comunicación.
Cuando Aram Aharonian nombra las palabras “desalambrar a los latifundios y oligopolios mediáticos”, sostiene su mirada y repite varias veces que jamás hay que olvidar que el espectro radiofónico es patrimonio de la humanidad, siendo los Estados los que tienen que recuperar su función normativa, formativa e impulsora de los espacios públicos que durante 30 años de gobiernos neoliberales se han suprimidos.
Agrega además que la comunicación y la democracia son “dos temas que confluyen y son transversales a todo la vida de nuestros pueblos” y que si no lo entendiéramos de esta manera seguiremos colonizados, sojuzgados y dependientes.
Este luchador en voz alta de la palabra que fue expulsado de Uruguay tras el golpe de Estado en 1973 a Buenos Aires; coordinó el Diario Noticias y dirigió la agencia de noticias Prensa Interamericanas (NPI). Fue miembro fundador y luego director general de Telesur sustenta que hoy, muchos medios de comunicación son destructivos de nuestras sociedades, son adalides de nuestra dependencia y de la exclusión social. Lejos están de ser medios de comunicación social.
Cuando Aram Aharonian nombra las palabras “desalambrar a los latifundios y oligopolios mediáticos”, sostiene su mirada y repite varias veces que jamás hay que olvidar que el espectro radiofónico es patrimonio de la humanidad, siendo los Estados los que tienen que recuperar su función normativa, formativa e impulsora de los espacios públicos que durante 30 años de gobiernos neoliberales se han suprimidos.
Agrega además que la comunicación y la democracia son “dos temas que confluyen y son transversales a todo la vida de nuestros pueblos” y que si no lo entendiéramos de esta manera seguiremos colonizados, sojuzgados y dependientes.
Este luchador en voz alta de la palabra que fue expulsado de Uruguay tras el golpe de Estado en 1973 a Buenos Aires; coordinó el Diario Noticias y dirigió la agencia de noticias Prensa Interamericanas (NPI). Fue miembro fundador y luego director general de Telesur sustenta que hoy, muchos medios de comunicación son destructivos de nuestras sociedades, son adalides de nuestra dependencia y de la exclusión social. Lejos están de ser medios de comunicación social.
1 comentario:
Bien, ¡carajo!
Es hora de empezar a dejar en claro QUIENES nos someten.
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