10 dic 2008

Un mundo con 963 millones de hambrientos

Por Marcela Sosa




La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), creada en 1945, denunció que 963 millones de personas pasan hambre en el mundo en 2008, lo que supone 40 millones más que el año pasado.

En la conferencia de prensa realizada en Roma, el director general de la ONU, Jacques Diouf aseguró que "este año, otros cuarenta millones de personas se han sumado a los desnutridos del mundo, debido principalmente al aumento de los precios de los alimentos".
En septiembre, Jacques Diouf indicó que a causa de la disparada de los precios de los alimentos, el número de personas desnutridas en el mundo aumentó en 75 millones en 2007, situándose en 923 millones.

"La crisis económica y financiera actual podría provocar un aumento del número de víctimas del hambre y de la pobreza", advirtió la FAO en un comunicado publicado paralelamente a la conferencia de Prensa.

Además, las previsiones son desalentadoras, pues la actual crisis económica y financiera puede conducir todavía a más gente hacia el hambre y la pobreza.
Desde la FAO acotaron que "para millones de personas en los países en desarrollo, contar a diario con una cantidad mínima de alimentos para llevar una vida sana y activa es un sueño lejano. Las causas estructurales del hambre, como la falta de acceso a la tierra, crédito o empleo, combinados con los altos precios de los alimentos, continúan siendo una triste realidad"
La gran mayoría de las personas desnutridas en el mundo -907 millones- vive en países en desarrollo, según los datos del informe, y de ellas, el 65 por ciento se concentra en siete países: la India, China, la República Democrática del Congo, Bangladesh, Indonesia, Pakistan y Etiopía.

Casi dos tercios (583 millones en 2007) de los hambrientos del mundo viven en Asia, el continente más poblado, mientras que en el África subsahariana, una de cada tres personas (236 millones en 2007) sufre de desnutrición crónica.También en Latinoamérica y el Caribe, que alcanzaron su mayor éxito en la reducción del hambre antes del alza de los precios, las nuevas subidas han incrementado el número
de personas hambrientas hasta los 51 millones.

El director de la FAO, Jacques Diouf, explicó que estos datos son el resultados de "la falta de una acción concertada global para combatir el hambre", y alertó que sin un empeño por parte de los países desarrollados será imposible conseguir el lejano objetivo del Milenio de reducir a 500 millones el número de hambrientos para el 2015.Diouf explicó que los países desarrollados no han aportado ni un solo dólar de los 11 mil millones prometidos por algunos de ellos para hacer frente a esta crisis alimentaria.
El director de la FAO recordó a estos países que mientras se preparan a invertir altísimas cifras para ayudar a los bancos o el sector del auto a superar la crisis financiera, "existe antes que nada una urgente crisis alimentaria mundial que tiene que ser una prioridad política".

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